PRIMERA EXPERIENCIA EN PISTA CUBIERTA - Correr en Madrid
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PRIMERA EXPERIENCIA EN PISTA CUBIERTA

Marile Fernandez ha escrito una bonita cronica sobre su primera experiencia en una pista cubierta que se celebró el dia 2 de febrero en el trofeo chanmartin

será el principio??????……..

Trofeo Chamartín. Gallur. 2 de Febrero 2017
Primer asalto a la pista cubierta. 800m
Todo empezó hace unos tres meses cuando mi amigo Raúl Gil (speaker del evento) me comentó que por qué no me apuntaba a alguna prueba, ya que era un acontecimiento que podían participar tanto populares como atletas de élite. Molaba la idea, así que comentándolo con mi entrenador Javi, decidimos intentar un 800m.

Me acuerdo que estaba haciendo la inscripción en mitad de la cena de Navidad de la empresa, cuando tuve que preguntar a Javi por la marca que debía de poner, porque nunca había corrido un 800m y menos en pista cubierta de Atletismo. Ahí empecé a darme cuenta en la locura en la que me estaba metiendo. Me indicó que pusiera 2´50”. Yo pensé, “mi entrenador está fatal” y decidí no pensar mucho más en ello hasta que una semana después, fui a ver competir a Gallur a unos amigos- atletas.
Javi me explicó lo que tendría que hacer el día de la carrera de 800m y empiezo a darme cuenta que es un terreno totalmente desconocido por mí. Es la primera vez que unos ligeros nervios aparecen en mi estómago y vuelvo a pensar ” en la que te estás metiendo….”. Pasé una tarde increíble disfrutando de las carreras que se disputaron mis amigos.

Pasaron las navidades, yo seguía con mi rutina con los entrenos de los lunes y miércoles en el parque Juan Carlos con mi grupo de correrenmadrid.com

, con mis partidos de basket, corriendo algún cross un par de fin de semanas.

Durante la semana del Trofeo. Javi estuvo en todo momento pendiente de mí, de lo que debería hacer en esos días previos. El miércoles, 1 de Febrero, día antes de la competición, en el entrenamiento me explica todos los pasos a seguir al día siguiente, las sensaciones que voy a sufrir en cada una de las cuatro vueltas de los 800m y los nervios se empiezan a apoderar de mí.

Por fin llega, el jueves ,2 de Febrero, día que me pido de vacaciones para poder estar en la pista prontito y disfrutar de aquella tarde tan extraña, porque por una parte iba ser espectadora como hasta ahora de las carreras que se iban a disputar esa tarde pero con la salvedad que en una de ellas yo iba a ser partícipe., puff.

El trofeo Chamartín empezó con media hora de retraso del horario previsto. Nuestra serie estaba programada a las 18:35h, que por cierto era la C, la más lenta de las tres series que hubo de 800 m femenino. Yo estuve desde las 15:10h viendo las primeras carreras desde la posición donde estaba el speaker (Raúl) y según iban pasando los minutos y horas, el estómago se iba encogiendo cada vez más y los nervios iban ganando terreno y eso no molaba nada, porque cuando no sabes muy bien cómo afrontar una carrera y ves que los nervios van más rápido que tu cabeza, las sensaciones que vas experimentando,no llegas a dominarlas.

A eso de las 17:15h me fui donde estaban mis compis (Mónica, Yoli ,Cris y Sabine(que tenía aún más mérito, ya que se atrevió con el 1.500m, sola), Javi y su madre María (que te trasmiten todo lo positivo con una mirada, una sonrisa, un abrazo) y tod@s los demás atletas y familiares del grupo) .El hecho de ver las caras de ellas y fundirnos en un abrazo, fue como una liberación de presión y en ese momento pensé, “a disfrutar de estos momentos, porque quizá sean únicos” y eso hice, a partir de ese momento las risas que nos echamos, fueron mágicas.

Sobre las 18:15h aproximadamente empezamos a calentar y nos bajamos a cámara de llamadas, (unos venite minutos antes de que vaya a empezar tu serie, te llaman por tu nombre, juntan a tod@s los corredores/ atletas y te llevan hasta la salida y te explican que en este caso nuestra serie iba a ser salida libre (lógicamente porque somos unas “cutrillas”) que significa que desde la línea de salida corres por la calle Nº1.

Mónica y yo veíamos a las atletas cómo iban vestidas, nos mirábamos y nos decíamos” pero qué hacemos aquí” jajaja, risas y más risas. Recuerdo esos momentos muy especiales y bonitos ya hubo mucha conexión entre nosotras. Entre las dos decidimos que iríamos con un ritmo que nos permitiera aguantar hasta la última vuelta y en ese momento tendríamos que darlo todo.

Ya en cámara de llamadas, recibimos el consejo de Alberto, conocido como “el pájaro”, que acababa de correr su serie y nos dijo, para saber si habéis corrido bien, la sensación que tenéis que notar es que en la tercera vuelta las piernas se os van a hinchar y cuando llegues a meta tu cuerpo diga, no puedo dar ni un paso más. En ese momento los nervios, tensión, etc volvieron a mi cuerpo.

Nos llevaron a línea de salida y una vez allí dejé de escuchar todo el ruido, voces externas a nosotras, fue todo muy extraño. Nos dieron la salida y solo escuchaba mi cuerpo, vuelta tras vuelta.
Los 2´46” que duró mi carrera creo que ha sido la experiencia más bonita vivida hasta el día de hoy corriendo. Fue otra experiencia nueva e inolvidable.

Una vez llegamos a línea de meta nos abrazamos las chicas, nuestra cara expresaba felicidad y agotamiento al mismo tiempo, creo que dimos todo lo que teníamos dentro, ya que sentimos lo que se supone deberíamos haber sentido durante y al final de la carrera.

Lo que nadie me explicó es la sensación que tienes una vez pasado unos minutos al llegar a meta ya que la garganta te empieza a picar y empiezas a toser sin saber muy bien el por qué. Me duró unas cuantas horas, pero siempre hay que intentar ver el lado positivo de la cosas, así que me quedé con que había tenido los mismos síntomas que un atleta.

El mejor regalo como siempre fueron las muestras de cariño y la compañía de nuestra gente .Las palabras que nos dijo Javi al terminar, y el subidón principal me lo llevé cuando después de un rato miré el móvil y vi que mi familia había podido ver la carrera. Ver una foto de mis pekes y Asier diciendo” mami, te hemos visto, has quedado cuarta, te queremos”, puf…. es el mejor trofeo que pudiera recibir en un día tan mágico e inolvidable de Atletismo.